Por ti. Por mi. Por los dos. Porque nos lo merecemos. Por ser la persona que siempre esperé y llegó después de muchos baches, pero por fin llegó. Lo importante es que a hora estás aquí, conmigo. Y es lo único que importa. Estás siempre, en los días buenos como en los grises, en los que no quiero despertar. Pero tu nunca te rindes. Te gusta repetirme lo especial que soy y, la verdad, a mi me encanta escucharte. Me encanta saber que no hay nadie más que yo, que no he sido la primera pero si la última. Odio tener miedo, miedo a perderte, que a veces me hace desconfiar y perder toda la seguridad que tú me das. Pero lo mejor de todo es que me entiendes. Sabes de mí. Me llevas por tu camino cuando sabes que en el mío hay peligro y hay dolor. Y, al final, siempre encuentro la dirección correcta. Y me encanta. Me encanta levantarme pensando en ti, en lo feliz que soy, en lo feliz que me haces. Sonreír sin parar al verte se ha vuelto un hábito, y qué costu...